En la década de los 80, y a pesar de la ayuda soviética, Cuba comenzó a generar una elevada deuda debido, principalmente, a un débil sector exterior dependiente del azúcar. Desde entonces es uno de los países con mayor concentración de riesgo. El artículo plantea la necesidad de una negociación de la deuda cubana en el Club de París, a la vez que la mentalización por parte del gobierno del estricto cumplimiento de su pago.