Lo sucedido en el mundo desde el 11-S plantea la necesidad de un código de conducta para EE UU. Para la relación con sus enemigos y con sus aliados no basta la ética de un club de negocios.
Lo sucedido en el mundo desde el 11-S plantea la necesidad de un código de conducta para EE UU. Para la relación con sus enemigos y con sus aliados no basta la ética de un club de negocios.