La excepción de estos países responde a dos factores: un proyecto de sociedad relativamente liberal y su implantación por parte de unos gobernantes autoritarios pero con legitimidad.
En la actualidad, la ley religiosa rige la situación de las mujeres en los países musulmanes, salvo Turquía, Túnez y Marruecos. El contexto político y cultural de principios del siglo XX favoreció la emergencia de valores modernos que permitieron las reformas en Turquía y Túnez; la mayoría de países musulmanes vivieron la misma coyuntura, pero no lograron llevar a cabo tales reformas.
El contexto es necesario, pero no basta. Dos factores explicarían la excepción turca y tunecina: la apuesta por la modernidad, que políticamente se traduce en un proyecto de sociedad relativamente liberal, y la implantación del mismo por parte de los gobernantes que, aunque autoritarios, gozaban de una legitimidad bien establecida.