POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 124

Tras la reunión del BAD en Madrid: de la pobreza al medio ambiente

Javier Fernández Piera
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Al firmarse este artículo se cuentan  más de 67.000 muertos y  22.000 desaparecidos tras el terremoto  del sur de China el 12 de mayo,  y un número todavía no confirmado de  muertos en Myanmar (134.000 según las  organizaciones humanitarias que han  podido entrar al país) a causa del ciclón  Nargis el 2 de mayo.

Éstas son las cifras  más importantes de este artículo  que pretende explicar la situación actual  del banco de desarrollo de la región  con mayor crecimiento del mundo y los  retos planteados durante la 41ª Asamblea  Anual del Banco Asiático de Desarrollo  (BAD), celebrada este año en Madrid  del 3 al 6 de mayo.

El BAD es uno de los organismos  financieros internacionales que más tardó  en gestarse después de la Segunda  Guerra mundial. Debido a su fecha de  creación, en 1966, no estuvo alineado  con las entidades supranacionales nacidas  en medio del espíritu regenerador  de las relaciones internacionales de los  años cincuenta del siglo XX.

Al igual que los otros bancos regionales,  el BAD tiene como objetivo fomentar  el crecimiento económico y el  desarrollo, luchar contra la pobreza y  estimular la integración de los países de  Asia-Pacífico. En la actualidad, 67 países  son miembros de pleno derecho, 48  pertenecen a la región asiática y 19 son  Estados de otras partes del mundo (España  es miembro desde 1986). La sede  está en Manila y, hasta la fecha, la mayoría  de sus presidentes han sido japoneses  –desde 2005 ocupa la presidencia  Haruhiko Kuroda, profesor de Política  Monetaria y Fiscal de la Universidad de  Hitotsubashi de Tokio y asesor del primer  ministro nipón, Yasuo Fukuda–.

Como institución financiera internacional,  el BAD está hoy presente  en todo el mundo, bien mediante el  alcance de sus proyectos bien por  sus oficinas filiales en Europa y Norteamérica.  Sus actividades se han  centrado…

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