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Tiempos complejos para el sector de hidrocarburos peruano

Armando Mendoza
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Armando Mendoza es eonomista. Ha sido gerente del departamento de estudios económicos y evaluación de gestión de Petroperú

 

Se espera que el gobierno dé señales más claras sobre el rumbo de su política de hidrocarburos, ofreciendo a los operadores una pauta bajo la que planificar sus inversiones, con la certeza de que las reglas de juego serán razonablemente estables en los próximos años.
El panorama energético en Perú podría describirse como una mixtura de hechos alentadores y preocupantes; reflejando una situación compleja, donde las decisiones y políticas que se impulsen desde el gobierno en los próximos años serán clave para establecer un balance adecuado y sostenible entre la oferta y la demanda de energía, y garantizar que el sector de hidrocarburos funciona de manera fluida. En este contexto, las empresas petroleras que operan en Perú tienen ante sí un escenario donde los riesgos están y estarán presentes, pero también las oportunidades.

Para entender la situación presente y las perspectivas del sector de hidrocarburos peruano, es necesario retroceder un par de décadas en el tiempo; cuando una serie de decisiones de política económica definieron drásticamente la configuración de dicho sector.

Durante los años noventa, Perú fue uno de los países de Latinoamérica donde con mayor afán se implementaron políticas de corte neoliberal enmarcadas en el Consenso de Washington, cuyos ejes eran la liberalización y apertura de la economía, la promoción de la actividad privada y la reducción del papel del Estado. Así, Perú se embarcó en un extensivo programa de privatizaciones, al que no fue ajeno el sector de hidrocarburos, donde el Estado tenía presencia a través de la empresa nacional Petróleos del Perú, Petroperú S.A.

En un proceso por etapas se transfirieron a manos privadas varios de los más valiosos activos de Petroperú, incluyendo los lotes petroleros y la refinería…

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