Tres asuntos de singular importancia ordenarán el futuro de las relaciones económicas entre el Este y el Oeste. En primer lugar, los intercambios de ciencia y tecnología. Por supuesto que la ciencia y la tecnología están íntimamente relacionadas con la ooperación, pero si queremos ampliar nuestras relaciones comerciales entre los dos bloques, esta categoría superior de relaciones comerciales – el intercambio de ciencia y tecnología– desempeñará un papel de máximo relieve.

Se dice con frecuencia que en la transferencia de tecnología es necesario poner confianza y eliminar barreras. Aunque, por supuesto, será necesario contar con ciertas seguridades.

Segundo punto: las inversiones. A mi entender, la fórmula más perfecta de cooperación son las llamadas joint ventures. Pero tampoco debemos limitarnos a las joint ventures porque, aunque constituyan la fórmula de cooperación más perfecta, también existen muchas otras disponibilidades, por ejemplo, en el campo de la cooperación industrial. Ahora bien, las inversiones desempeñan un papel importante en las futuras relaciones y debo decir que durante los últimos dos años hemos encontrado una serie de nuevas fórmulas que garantizan las inversiones de capital occidental en los países del Este. Por ejemplo, recientemente se ha concertado un acuerdo entre la RFA y la Unión Soviética sobre garantía de inversiones, que considero del mayor alcance.

Y llegamos al último punto: la capacitación del personal especializado en la gestión de empresas. Hace unos días dije que los asesores de empresa podrían llegar a su punto culminante en los próximos tres o cuatro años. En la última sesión de la Comisión Mixta GermanoSoviética, celebrado en Bonn, éste fue uno de los asuntos que mereció atención prioritaria.

Para modernizar y liberalizar está claro que será necesario contar, además, con tecnología moderna, ciencia y dinero, así como con personal capacitado para la dirección empresarial. Y ya que me refiero…