Los habitantes de Sudán del Sur están llamados a votar este mes de enero el referéndum sobre la independencia de esta región del país. El referéndum se interpreta como la conclusión del Acuerdo General de Paz entre el gobierno de Sudán y el Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés. Sin embargo, el proceso de secesión ha cobrado demasiado impulso histórico y político para decidirse mediante este referéndum. Los ciudadanos del sur y sus dirigentes no aceptarán un resultado oficial que no sea concluyente o que esté a favor de la unidad. Siendo realistas, Sudán se enfrenta a dos futuros posibles: la secesión del sur o una nueva guerra entre norte y sur. La prueba final del proceso de paz será, por tanto, la negociación sobre las condiciones de la secesión de Sudán del Sur.
El legado de 22 años de guerra civil y la constante tensión entre los antiguos enemigos hacen que un imprevisto aumento de la violencia y una nueva guerra sean amenazas constantes. La ayuda y la presión diplomática de los países vecinos y la comunidad internacional son importantes para que el proceso no descarrile pero, en última instancia, la conclusión pacífica depende de las partes en conflicto y de la capacidad de sus dirigentes para hacer gala de la habilidad política necesaria a la hora de tomar decisiones difíciles.
La guerra civil y el Proceso General de Paz
La reivindicación de un referéndum en Sudán del Sur acerca de su estatus regional se remonta a hace más de 50 años. El sur ha atravesado dos desgarradoras guerras civiles desde la independencia del país. La última empezó en 1983, y el principal grupo rebelde era el Ejército/Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés (SPLM/A, por sus siglas en inglés). John
Garang un ex funcionario y doctor en economía…