AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 41

Siria, la larga destrucción de un país

Hala Alabdalla
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“No espero nada de Ginebra y, en general, de lo que provenga del exterior, porque hoy Siria está sola, huérfana, como en el primer día de la revolución”.

Entrevista hecha por Nicolas Mayer

Hace tres años las manifestaciones pacíficas de Deraa anunciaban una ola de protesta, sin precedentes en Siria, mermando un sistema político autoritario que muchos consideraban estable, incluso después de los primeros movimientos populares en Túnez y Egipto. Hoy, Siria es el escenario de un conflicto enquistado que ha provocado ya unas 150.000 víctimas. La destrucción de un país de cultura milenaria, antiguo foco cultural del mundo árabe, es una tragedia a la que asiste, impotente, Hala Alabdalla, cineasta y activista siria exiliada en París. afkar/ideas ha tenido la oportunidad de conversar con la realizadora, cuyo último documental Como si atrapáramos una cobra, dedicado a la labor de los humoristas gráficos en Egipto y Siria, se hace eco de las revoluciones y del combate por la libertad. Con un tono sincero y personal, Alabdalla nos ha confiado sus impresiones sobre un país desgarrado por la guerra, y su convicción firme en la revolución y la imposibilidad de silenciar las aspiraciones de libertad, a pesar del desmesurado precio que está pagando su pueblo.

Afkar/Ideas: ¿Qué credibilidad concede usted al proceso de negociaciones? Existen perspectivas reales de progreso?

Hala Alabdalla: Nunca he creído en este proceso. El terror continúa y las iniciativas de Ginebra no van a cambiar nada sobre el terreno. Estos encuentros tienen que abrir los ojos a la opinión pública y marcar la diferencia entre una oposición que tiene la voluntad de avanzar y de encontrar una solución, y el rechazo y ceguera total de la delegación del régimen, que nos ha mostrado que no tiene voluntad de escuchar a los otros. No espero nada de Ginebra…

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