Una vez más, un hombre del poder, F.W. de Klerk, se ha propuesto poner en práctica una serie de reformas que acabarían con el principal problema de Suráfrica: el racismo.
Una vez más, un hombre del poder, F.W. de Klerk, se ha propuesto poner en práctica una serie de reformas que acabarían con el principal problema de Suráfrica: el racismo.