La diversidad de los ritmos y las modalidades de la transformación de las estructuras familiares revela la extrema fragmentación de las sociedades árabes.
Desde finales de la década de los sesenta, los patrones de nupcialidad y las estructuras familiares han sufrido cambios significativos en todos los países del mundo árabe: aumento claro de la media de edad del primer matrimonio, aparición de un nivel significativo de soltería probablemente definitiva, especialmente entre las mujeres, y caída de la fecundidad. Sin embargo, desde los años 2000 estos cambios se han diversificado, con un repunte de la fecundidad y de los matrimonios precoces en algunos países. ¿Cómo interpretar estas revoluciones y contrarrevoluciones? El modelo de matrimonio árabe revela el papel estructural que se atribuye a la familia en la reproducción de las instituciones sociales y políticas, y más concretamente, en las jerarquías entre sexos y generaciones. Por tanto, las transformaciones de las estructuras familiares suponen un desafío para los poderes establecidos de la región. Sin embargo, la diversidad de los ritmos y las modalidades de estos cambios revela la extrema fragmentación social y política de las sociedades árabes. Nos limitaremos aquí a analizar los fenómenos demográficos estadísticamente documentados, y los datos agregados por país, los únicos disponibles hasta el momento.
El modelo árabe del matrimonio y la familia
Desde el punto de vista del islam, el sexo responde al derecho a la realización personal tanto para las mujeres como para los hombres, pero también al deber de garantizar la preservación y continuidad de la especie humana. El ejercicio de la sexualidad, sin embargo, debe estar circunscrito al matrimonio: los cónyuges, de hecho, deben ser responsables de las consecuencias de su sexualidad. Se trata de evitar los desórdenes sociales y, en particular, la procreación de niños cuya filiación por línea paterna (agnaticia)…