Ofrecer servicios adecuados a una demanda cada vez más precisa y a un viajero más activo es el reto para la política turística española. La calidad debe ser el punto diferenciador entre España y los nuevos destinos del Mediterráneo.
Ofrecer servicios adecuados a una demanda cada vez más precisa y a un viajero más activo es el reto para la política turística española. La calidad debe ser el punto diferenciador entre España y los nuevos destinos del Mediterráneo.