El mitin en abril en el que Luiz Inácio Lula da Silva presentó a su compañero de fórmula, Geraldo Alckmin, para las elecciones del 2 de octubre recibió críticas generalizadas en el exoficialista Partido de los Trabajadores (PT). La razón no se le escapó a nadie: en el estrado, Lula estuvo completamente rodeado de hombres blancos pese a que la mitad de los brasileños son mulatos o pretos (afrodescendientes).
Las únicas dos mujeres en la tribuna fueron la senadora Gleisi Hoffman, presidenta del PT, y Rosangela da Silva, tercera esposa de Lula. La explicación también era obvia para los observadores brasileños: tanto Lula (45% de intención de voto) como Alckmin y el actual presidente, Jair Bolsonaro (34%), son políticos paulistas, el Estado más poblado del país y que representa el 30% del PIB brasileño.
Aunque Lula nació en el Estado nordestino de Pernambuco, sus padres se trasladaron…