POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 206

Ursula von der Leyen y Josep Borrell anuncian la imposición de ‘consecuencias masivas y severas a Rusia por sus acciones’ tras la invasión de Ucrania (Bruselas, 24 de febrero de 2022). GETTY

Sanciones europeas: mitos y realidades

En un contexto global más multipolar y agresivo, la UE ha reforzado su arsenal sancionador en busca de una mayor autonomía estratégica. Urge tener claros los límites de la herramienta.
Ana Hernández Sierra
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Algunos analistas ya creyeron vivir “la década de las sanciones” en los años noventa, cuando se superó la dinámica de vetos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas propia de la guerra fría. Se equivocaban. Han sido los últimos años los verdaderos testigos de un crecimiento exponencial en el uso de este instrumento de política exterior. Las sanciones han aumentado en volumen y ha cambiado su naturaleza. Hoy hay muchas menos sanciones decididas por el Consejo de Seguridad y muchas más “autónomas”, a iniciativa propia de diversos actores internacionales. Como sucede en la actualidad en numerosos ámbitos de las relaciones internacionales, aquí también hay menos multilateralismo y más multipolaridad.

En este escenario, la Unión Europea, como actor internacional con firme voluntad para ser cada día más proactivo, ha integrado las sanciones dentro de su panoplia de herramientas de política exterior, distinguiéndose, como lo hace en tantas otras materias, en su enfoque y, sobre todo, en su encaje dentro de un sistema de Estado de Derecho donde la Unión se erige en punta de lanza. Donde no se distingue la UE es en la tendencia ascendente del recurso a las sanciones. En pocos años se ha multiplicado el número de regímenes autónomos de sanciones. Solo en los últimos tres se han adoptado seis nuevos regímenes y se han engrosado de manera sustancial las listas de muchos de los existentes. Según cálculos propios, el número de designaciones en virtud de regímenes autónomos de sanciones de la UE se ha incrementado aproximadamente en un 32% en los últimos dos años.

La actuación de la UE en política exterior ha de estudiarse en un contexto global cada vez más multipolar y menos multilateralista, donde se estilan más las políticas de fuerza y menos las de cooperación. La tendencia, por tanto, tiene una lectura sencilla:…

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