POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 219

Jacob Anthony Angeli Chansley, también conocido como el “chamán QAnon” o “toro flipado”, posa momentos antes del asalto al Capitolio tras las elecciones presidenciales del 2020. (Washington D.C., 6 de enero 2021). GETTY

Salud, dinero y amor en la democracia estadounidense

Las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos no suponen un punto de inflexión, sino de confirmación de una tendencia que lleva décadas apoderándose del país: la mentalidad partidista.
Víctor Lapuente
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¿Qué es más importante para un país: ¿la salud, el dinero o el amor? El caso de la democracia más longeva del mundo, Estados Unidos, nos ilustra que, como con las personas, el dinero parece lo más relevante pero, a la hora de la verdad, lo esencial es la salud y el amor.

 

Dinero

La democracia americana está más débil que nunca a pesar de que su economía nunca ha estado tan fuerte. La posibilidad de que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca tras las elecciones presidenciales de noviembre preocupa en todo el planeta en general, pero aterra en Ucrania, Gaza y otros puntos calientes en particular. Sin embargo, los números de la economía norteamericana son imbatibles. Crece más que las economías europeas y dos veces más rápido que los otros países del G7. Además, no es un desarrollo económico tan desigual como en otros momentos de expansión. La desigualdad entre ricos y pobres, el secular talón de Aquiles de la sociedad americana, se ha reducido con Joe Biden. Pero también cayó con Trump. Bajo el mandato del presidente plutócrata que venía para perdonar impuestos a los más ricos y reírse de la justicia social, los norteamericanos experimentaron una sensación generalizada de bonanza económica.

No es pues extraño que Trump haya retenido un apoyo sostenido entre la clase trabajadora. Lo que es más llamativo es que, además, ahora el republicano esté consiguiendo el respaldo de los americanos con estudios universitarios que, durante los últimos años, se habían inclinado hacia los demócratas. Muchos piensan que, aunque con errores, Trump se fija en “las cosas del comer”: en la inflación, la deslocalización de empresas y en otros asuntos de política doméstica, frente a unos demócratas más preocupados por la política exterior. Los tipos de interés en casa interesan más que…

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