La invasión de Ucrania abrió otro frente de batalla en el campo económico en el que sí están involucradas las grandes potencias. Occidente sigue empeñado en ahogar financieramente a Rusia, pero a medida que pasan los meses, cada vez tiene menos éxito. Aunque esté sufriendo una profunda recesión, Rusia en ningún caso está entrando en una situación de colapso de pagos como la que esperaban desencadenar Estados Unidos y Europa. El motivo del fracaso de las sanciones es que Moscú ha conseguido “escabullirse” del control del dólar de las transacciones internacionales y conseguir pagos en otras divisas.
Es así como la suspensión del uso del sistema SWIFT para los bancos rusos, que en un primer momento se pensó era el “arma nuclear” contra el sistema financiero del país, ha dado resultados espurios. Rusia sigue operando con sus reservas en oro, con los dólares y euros que recibe por la exportación…