Justo antes de iniciarse las revueltas y las posteriores transiciones en Túnez y Egipto, y la guerra en Libia, uno de los principales debates vinculados a los movimientos migratorios de la región
giraba en torno a la dimensión exterior de la agenda migratoria. En concreto, en los países del sur de Europa se habían desarrollado estrategias encaminadas a conseguir el compromiso para
un mayor control en la gestión de los flujos por parte de los países de origen y de tránsito de las migraciones…