POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 199

Distancias a distintos lugares en el puesto militar israelí Mount Bental, en los Altos del Golán anexionados por Israel (28 de noviembre de 2020). AFP/GETTY

Retomar el rumbo en Oriente Próximo

El puzle de Biden en Oriente Próximo consiste en volver a la negociación con Irán, marcar líneas rojas a Arabia Saudí y distanciarse de los autócratas sin cuestionar la alianza con Israel.
Ignacio Álvarez-Ossorio
 | 

La llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos se traducirá en una profunda revisión de la política exterior estadounidense en Oriente Próximo. Todo parece indicar que la nueva administración revisará algunas de las decisiones más controvertidas adoptadas por Donald Trump en los últimos cuatro años y tratará de rescatar el legado del expresidente Barack Obama, sobre todo en lo referido a Irán y su programa nuclear. El equipo de política exterior de Biden está copado por antiguos miembros de la administración de Obama, como el futuro secretario de Estado, Antony Blinken, y el Consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, que ­desempeñó un papel destacado en la negociación del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) entre el G5+1 e Irán.

Durante su único mandato presidencial, Trump adoptó una política beligerante hacia Irán, país al que aplicó la doctrina de “máxima presión” para intentar asfixiar al régimen de los ayatolás y, de esta manera, obligarle a renegociar el acuerdo nuclear. Para ello, ordenó la retirada de EEUU del JCPOA y el restablecimiento de las sanciones, lo que provocó el colapso de la economía iraní. Al mismo tiempo, Trump dio un cheque en blanco a Arabia Saudí y a su príncipe heredero, Mohamed bin Salmán (conocido por sus siglas, MbS) para que tratase de contener la influencia regional iraní mediante una intervención militar en Yemen. La operación, iniciada en 2015, agudizó una catástrofe humanitaria que, según Naciones Unidas, se ha cobrado 233.000 vidas. El presidente republicano también mostró una gran sintonía con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con quien concluyó el denominado Acuerdo del Siglo, que recogía el grueso de las reivindicaciones históricas de su partido, el Likud, para liquidar la cuestión palestina. No en vano, Netanyahu llegó a reconocer que Trump era “el…

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO