Hace apenas seis meses, todos los analistas e inversores anticipaban que los precios del gas y el petróleo caerían rápido gracias a la recuperación de la producción y del transporte marítimo. Sin embargo, estos siguen tozudamente altos y amenazan continuar con la senda alcista. La causa no es otra que el conflicto entre Rusia y la OTAN en torno a Ucrania, la integridad territorial del país y su posible entrada en la Alianza.
Este nuevo escenario de precios altos de las materias primas energéticas ha encarecido las importaciones de Europa de forma brusca y disparando las exportaciones de EEUU. El motivo es que, con los precios actuales, la extracción a través del fracking ya resulta rentable. La reacción de las empresas estadounidenses ha sido poner en marcha la inversión para instalar nuevos pozos de extracción y cobrar el margen que ofrece el sector.
En los últimos meses, la exportación de…