La excepción en el Sur global es América Latina y el Caribe. La Organización Mundial de la Salud advierte de que la región, cuyo gasto per cápita en salud es un 30% del de Italia, corre el riesgo de convertirse en el nuevo epicentro de la crisis por la densidad demográfica de sus grandes urbes y las carencias sanitarias, de saneamiento y agua potable. La tasa de contagios se duplica cada 15 días en Brasil, que ya registra la mitad del medio millón de infecciones en la región. Muchos gobiernos se están viendo obligados a aceptar tácitamente una ruptura de facto de los confinamientos para no condenar a la extrema pobreza a millones de trabajadores informales y vendedores ambulantes.
Un problema añadido es el desplome de las remesas que reciben de sus familiares en el exterior muchos de los hogares más vulnerables en América Latina y el Caribe. Según Naciones Unidas, en 2017 el 20,6% y 17,8 % de los trabajadores en Norteamérica y Europa, respectivamente, eran inmigrantes. El Banco Mundial estima que en 2018 unos 164 millones de ellos enviaron a sus países de origen alrededor de 689.000 millones de dólares, cifra que la pandemia está haciendo caer en…