El grupo de países árabes del Mediterráneo objeto de estudio, en el que se incluyen Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Jordania, Líbano y Siria, constituye uno de los pilares de la política exterior de España, fundamentado en la cercanía geográfica, los lazos históricos y los intensos intercambios humanos, económicos y culturales.
La importancia de las relaciones de nuestra economía y, por extensión, de la Unión Europea con los países del Mediterráneo se pone de manifiesto con el nacimiento del Proceso de Barcelona en 1995. Con esta asociación, la UE creó el marco adecuado para el desarrollo de las relaciones exteriores con los países árabes e Israel. Se trata de establecer un entorno para definir planes que refuercen la estabilidad, la seguridad y el bienestar de toda la zona, y que sean pactados tanto entre la UE y los países del Mediterráneo, como entre estos entre sí. En 2004, tras la ampliación de la Unión a 25 miembros estas relaciones quedan englobadas dentro del nuevo marco de Política Europea de Vecindad (PEV). La PEV se articula sobre los acuerdos existentes y planes de acción bilaterales entre la UE y cada uno de los socios. En dichos programas, se establecen prioridades de reformas políticas y económicas a corto y medio plazo para aumentar su bienestar…