Siria es el país con más desplazados forzosos, en total 11,5 millones. Le sigue Afganistán, con 2,6 millones y Somalia, con 1,1 millones. En 2014, Pakistán fue el país del mundo que más refugiados acogió después de Turquía. Solo el 14% de los desplazados vive en países desarrollados.

La crisis de los refugiados ha tenido un impacto sobre la Unión Europea. Y este efecto no solo está relacionado con aquellas actuaciones directamente vinculadas a la coordinación y gestión de los miles de llegados a la UE. Cuestiones como qué Europa queremos ser, qué valores rigen y cuáles nos unen, o si vamos a una mayor o menor Unión, son algunas de las que ha puesto sobre la mesa la llegada de los inmigrantes a territorio europeo.

En este marco cabe preguntarse, primero, cuál es la situación real de los refugiados en la UE que tanto preocupa a algunos líderes de estos países y a su opinión pública. Conocer datos sobre el fenómeno permitirá situarnos en una realidad compleja global. Segundo, cuál ha sido la respuesta de la Unión en su conjunto y de los Estados miembros y qué efectos ha tenido y tendrá sobre el futuro de construcción de Europa.

De acuerdo con la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) unas 886.367 personas han llegado a Europa por mar durante 2015 y hasta noviembre. Aproximadamente un 84% procede de los 10 principales países que están expulsando a más ciudadanos. En los primeros siete meses alcanzaron Grecia 169.5894, los restantes 752.124 lo hicieron solo entre agosto y noviembre. Esto significa que el número de personas que llegó a Grecia en ese breve lapso multiplicó por 10 el número de huidos que arribó a Italia durante 2011 como consecuencia de la primavera árabe (64.261). Italia, otra de las importantes rutas…