La conectividad comercial tiene tres dimensiones interdependientes: las redes marítimas, que hacen referencia a la estructura y rendimiento del transporte antes del puerto; la eficiencia portuaria, que hace referencia al rendimiento del puerto; y la conectividad interior, que implica a múltiples participantes e instituciones que contribuyen al desarrollo económico y explotan las cadenas de suministros marítimos.
Las redes marítimas del Mediterráneo tienen su propia jerarquía, con una clara distinción entre puertos hub puertos gateway. Los primeros se encuentran a poca distancia de la línea troncal marítima del Mediterráneo, la ruta de transporte óptima entre el Estrecho de Gibraltar y el Canal de Suez. El número de hubs de transbordo es señal de una intensa competencia en el transbordo de mercancías: aunque los puertos de África son los más cercanos a las principales rutas de transporte, la mayor parte de los puertos comerciales están en Europa, con la notable excepción de Tánger Med y Port Said Este, lo cual indica importantes oportunidades de transbordo a lo largo de la costa del Norte de África.
Los puertos gateway son la puerta de entrada del comercio marítimo al hinterland (área de influencia terrestre del puerto) y representan la mayor parte de su comercio de contenedores. Las redes marítimas del Mediterráneo, especialmente las del Mediterráneo occidental, también utilizan buques de carga rodada, lo que es especialmente importante para el comercio entre África y Europa. La conectividad intermodal debería ser importante para los puertos gateway, pero es muy limitada, excepto en Marsella.
Las tres dimensiones de la conectividad comercial tienen motores complementarios de crecimiento y eficiencia. Los principales impulsores de las redes marítimas son las estrategias industriales de las compañías navieras. Los principales impulsores de la adopción de normativas para la eficiencia portuaria han sido los operadores de puertos y terminales que han puesto en…