Desde hace años los países más atrasados pueden beneficiarse de grandes proyectos hidráulicos, infraestructuras de apoyo al desarrollo económico y equipamientos sociales en su territorio. Los organismos multilaterales junto con la empresa privada comparten la tarea de financiar infraestructuras básicas de desarrollo en naciones o áreas geográficas incapaces de generar por sí solas los recursos necesarios para su construcción.