La política internacional rara vez aparece en las campañas electorales nacionales, y Francia no es una excepción. Pero con la invasión rusa de Ucrania y la fuerte implicación de Emmanuel Macron en los esfuerzos internacionales previos destinados a evitar la guerra, los asuntos exteriores han entrado en el centro de la campaña presidencial francesa. Con la primera vuelta de las elecciones prevista para el 10 de abril, esto debería favorecer a Macron, aunque tampoco parece un factor decisivo. Las posibilidades del actual presidente de ganar las elecciones eran ya muy altas antes de la agresión rusa. Estaba –y sigue estando– a la cabeza de los sondeos y debería ganar con independencia de su rival en la segunda vuelta. Al mismo tiempo, sin embargo, la guerra en Ucrania constituye una prueba de fuego para algunas de las ideas e iniciativas de política exterior más destacadas de Macron. En caso de ser reelegido, la forma en que se desarrolle el actual conflicto podría afectar a sus credenciales en política exterior en los próximos años.
Este artículo no pretende evaluar la iniciativa de Macron con respecto a Rusia y Ucrania, sobre todo porque sus resultados dependerán principalmente de los movimientos de Vladímir Putin, aunque Macron aún puede demostrar su visión de futuro –o su ingenuidad–. Tampoco es un resumen de su política exterior. Lo que sí hacen las próximas páginas es examinar cómo se cruzan las políticas exterior e interior durante la campaña presidencial francesa de 2022. Por tanto, es comprensible que se centren en las cuestiones de la política exterior rusa y en el papel de la OTAN, aunque solo constituyan una parte menor de la política exterior más amplia de Francia.
El cuarto capítulo de Macron
EN otoño de 2021, el exdiplomático francés Michel Duclos dividió la política exterior…