El pasado colonial británico ha dificultado la relación de India con Europa. Centrada en sus problemas internos y en la región asiática, la ‘mayor democracia del mundo’ tiene percepciones divergentes de la UE en áreas como el comercio o el medio ambiente.
El encuentro indio con Europa carece de precedentes en la historia de la humanidad, debido a que ninguna civilización con una riqueza y complejidad comparables a la india ha pasado por un periodo tan largo de dominación europea. Las ideas y los valores europeos influyeron profundamente en la élite india de educación inglesa, que pretendía emular a Occidente, tratando de adaptar al entorno indio los sistemas de valores occidentales y las instituciones parlamentarias de Westminster. Sin embargo, a pesar de varios siglos de proximidad histórica, intelectual e ideológica con Occidente, Europa no ha sido una prioridad central para India. El país ha mostrado su preocupación hacia los problemas internos y subcontinentales y sus inquietudes están más centradas en Estados Unidos. Con el fin de la guerra fría, India siguió una política exterior pragmática, se desprendió de gran parte de la carga ideológica, y concedió una prioridad mayor a Occidente como mercado, fuente de tecnología e inversión extranjera directa (IED).
En la actualidad, la percepción sobre la Unión Europea entre la élite india sigue estando esencialmente condicionada por los medios de comunicación anglosajones. Esto ha dado lugar a una visión de Europa bastante fragmentada y parcial, ya que ha tendido a reforzar los clichés. Para la gran mayoría de los indios, casi toda Europa es una tierra extraña, un lugar exótico para el turismo, al que solo tienen acceso los más privilegiados de la sociedad. Según Chandrashekhar Dasgupta, antiguo diplomático indio, Europa es “un museo de una fantástica riqueza política con una inmensa colección de especímenes”. Para el experto…