El objetivo de la UE para la próxima década es convertirse en la economía más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer de manera sostenible, crear empleo y lograr una mayor cohesión social. Los Consejos de Lisboa y Estocolmo han marcado las líneas de actuación: difundir la sociedad del conocimiento, mejorar el sistema social y mantener la estabilidad macroeconómica.