Paz energética: un equilibrio duradero y sostenible entre productores y consumidores, comprometido por la descomunal dependencia de Estados Unidos del crudo de terceros productores. Vigilancia imperial para garantizar la vida de los pozos y el transporte de petroleros y metaneros a lo ancho de los mares.
Grandes noticias: EE UU recuperaría su autosuficiencia energética si se cumplen las expectativas sobre la explotación y desarrollo del petróleo no convencional (tight oil) y gas de esquisto (shale gas) por el método de la fractura hidráulica (fracking).
Durante un periodo de 20 años, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) pronostica que los menores precios de la energía en EE UU le darían una ventaja competitiva sobre Europa, lo que afectaría a unos 30 millones de trabajadores. En este número de Economía Exterior se intenta verificar la consistencia de estos nuevos y revolucionarios hallazgos.
La AIE estima que Europa perdería un tercio de la capacidad productiva de sus industrias intensivas en energía, a la vez que subraya, por otro lado, que en un futuro muy próximo habrá abundancia de petróleo y una bajada de los precios. El cártel de la OPEP se vería forzado a restringir el ritmo de extracción de crudo para evitar un derrumbe de las cotizaciones. Arabia Saudí recuperaría su condición de regulador del caudal del crudo que llega al mercado, mientras Irak e Irán se resistirán heroicamente a reducir sus cuotas de exportación.
Los pronósticos de la AIE han sido, en múltiples ocasiones, desmentidos por los hechos. De momento, los precios del petróleo siguen elevados. A comienzos del siglo XXI los precios del crudo se mantuvieron entre los 20-40 dólares por barril, pero entre 2004 y 2006 el precio se duplicó hasta los 80, triplicándose en 2008 para alcanzar la cota histórica de…