En un momento de cambio en las alianzas tradicionales en Oriente Próximo y con la llegada al poder de nuevos líderes en algunos países árabes se están redefiniendo nuevos ejes de aliados en la región. En la actualidad se comprueba la importancia que pueden llegar a tener actores no estatales, la centralidad de las alianzas con países de fuera del área y su papel. El establecimiento de una relación entre aliados como Arabia Saudí y Pakistán, no solo se nutre de objetivos e intereses comunes de tipo económico y geoestratégico, sino de una ideología transnacional y unas conexiones políticas de gran arraigo. Esta ideología transnacional se caracteriza por una identificación con lo que ambos consideran valores comunes, fundamentalmente en relación al papel que el islam debe tener en el gobierno y la legitimidad islámica. Es decir, se trata de una alianza basada en la identidad, en este caso, suní…
El escenario en Oriente Próximo está dominado por el enfrentamiento entre Arabia Saudí e Irán por el liderazgo regional, que algunos califican de guerra fría. En esta lucha por el poder, los dos utilizan el sectarismo e intervienen a través de actores no estatales, en especial allá donde el Estado se ha debilitado. En el caso de Arabia Saudí y Pakistán, el sectarismo es un instrumento para establecer una relación patrón-cliente. Sin embargo, no hay que olvidar que el análisis tanto de los acontecimientos como de las alianzas basado en exclusiva en el discurso sectario simplifica la complejidad del escenario político regional.
Pakistán y Arabia Saudí compensan sus debilidades a través de una alianza que se refuerza con el tiempo. Pakistán, con cerca de 190 millones de habitantes y el quinto ejército más grande del mundo, posee un enorme arsenal nuclear y una identidad islámica muy arraigada en su nacionalismo. Arabia…