La OTAN seguirá siendo una alianza militar de carácter nuclear. La falta de consenso ha impedido que el nuevo Concepto Estratégico modifique la doctrina nuclear y se llegue a un acuerdo sobre las armas nucleares de EE UU estacionadas en territorio europeo.
Los aliados adoptarán el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN en la cumbre que tendrá lugar en Lisboa entre el 19 y el 20 de noviembre. En la cumbre celebrada con motivo del 60º aniversario de la firma del Tratado del Atlántico Norte (Estrasburgo-Khel, abril de 2009) se aprobó la “Declaración sobre la Seguridad de la Alianza”, donde los jefes de Estado y de gobierno encomendaban al secretario general convocar y dirigir a un amplio grupo de expertos para elaborar un nuevo Concepto Estratégico que haga frente a las amenazas de hoy y anticipe los riesgos del mañana. Por lo que se refiere a la política nuclear, la declaración dice que la “disuasión, basada en una mezcla adecuada de capacidades nucleares y convencionales, continúa siendo un elemento central de nuestra estrategia global”. Este párrafo, nada innovador ni motivador de un debate a fondo, ya sugería que la política nuclear de la Alianza permanecerá como hasta ahora.
El grupo presentó sus análisis y recomendaciones en el documento NATO 2020: Assured Security; Dynamic Engagement, en el que, efectivamente, no se define una posición clara sobre si las bombas nucleares que Estados Unidos tiene desplegadas en Europa deberían retirarse, ni sobre el papel de las armas nucleares en el futuro de la estrategia de la OTAN.
A finales de septiembre, el secretario general, Anders Fogh Rasmussen, presentó el borrador del nuevo Concepto Estratégico y, en lo referente a la política nuclear, dice que la OTAN apuesta por un mundo libre de armas nucleares, pero que el desarme per se no da…