Mientras la región se mueve, dando pasos esperanzadores, Israel mantiene la misma postura hacia Irán o los palestinos. El país está atascado.
El mundo está cambiando e Israel está atascado. Oriente Próximo pasa por una época de revolucione e Israel está atascado. Ninguno de los cambios mundiales o regionales ha conseguido animar a Israel a replantearse sus objetivos, su política o su actitud hacia esos cambios. Al Israel de 2013 le preocupa la capacidad nuclear de Irán y todo lo demás parece no importarle. Cualquier analista que intentase
entender el comportamiento de Israel en medio de la agitación regional, se quedaría asombrado al ver la poca visión y la escasez de estrategias a largo plazo que tienen Israel y sus estadistas…