Con el ámbito de la proliferación nuclear lo suficientemente enrarecido –con Corea del Norte enfrascada en una escalada ya imparable e Irán acercándose cada vez más al umbral nuclear–, Vladímir Putin se ha encargado de elevar la alarma aún más tras el anuncio de que Rusia “suspende temporalmente” su adhesión al acuerdo New Start o Start III. En el marco de su discurso sobre el estado de la nación del 21 de febrero, el presidente ruso ha terminado por hundir el último acuerdo bilateral con Estados Unidos sobre el control de los arsenales estratégicos, que ambas superpotencias firmaron en 2010.
Si primero fue Donald Trump quien jugó con la idea de no prorrogar el mencionado acuerdo cuando estaba a punto de terminar su vigencia, en febrero de 2021 –un rumbo corregido de inmediato por Joe Biden–, ahora es Putin quien le da la puntilla a un tratado que limita…