El ministro de Asuntos Exteriores de la RFA ha jugado un papel determinante a lo largo de 1989. La política exterior de Bonn ha sido uno de los elementos que han permitido a Mijaíl Gorbachov impulsar el gran cambio de los aliados de la URSS, en el centro y el este de Europa. Hans-Dietrich Genscher ha sido el artífice de esa política: como líder del Partido Liberal ha sabido mantener una alianza necesaria para su propio partido y para la mayoritaria Democracia Cristiana del canciller Kohl. Como vicecanciller, ha ofrecido garantías suficientes a lo largo del último año a Estados Unidos y a sus aliados europeos. En esta entrevista, Genscher aborda, entre otras grandes cuestiones, la reforma soviética, la reunificación de Alemania y el futuro de la unidad europea.
J.-P. Picaper: Usted ya había pronosticado con anterioridad todo lo que actualmente está ocurriendo en el Este. ¿No tiene la impresión de que el proceso va demasiado deprisa?
H.-D. Genscher: El Acta Final de Helsinki, que siempre he considerado como un documento orientativo para lograr una Europa mejor, ya esbozaba esta evolución. Este proceso que se está llevando a cabo en los Estados Unidos del Pacto de Varsovia es el resultado del trabajo de unos reformadores con gran madurez política. Podemos confiar en ellos. Siempre hemos pensado que los Estados socialistas necesitaban ser reformados. En toda la Europa del Este se plantea la cuestión de la libertad y el hecho de que también se haga en la RDA honra a toda la nación alemana.
P: ¿No teme un endurecimiento de la situación?
R: Es importante conservar la estabilidad del marco básico en el que se desarrolla este proceso de democratización tal y como Gorbachov lo ha puesto en marcha. Esto significa que seguimos con resolución el camino señalado por el Acta…