Primer productor de petróleo de África y quinta reserva mundial de gas natural, Nigeria es, después de Suráfrica, la segunda economía de la región. No obstante, el país se encuentra lejos del nivel de desarrollo económico que le correspondería. Cerca de una década de corrupción sin precedentes y aislamiento internacional sumieron a Nigeria en un ciclo depresivo: casi el 66% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Al comienzo de su transición democrática y con un programa de reformas económicas, el país espera alcanzar una nueva posición como potencia regional.