Un mercado es un conjunto de acuerdos o de transacciones de negocios entre compradores y vendedores. Parte de una cierta regulación y de la existencia de competencia entre los vendedores y los compradores. También se nutre de sentimientos, con frecuencia, poco consistentes.

La definición anterior es muy genérica. Realmente encontramos mercado en las transacciones al por menor, entre las operaciones al por mayor, los mercados de materias primas, los de productos intermedios, los de internet, los de deuda pública y privada, los mercados de derivados, los de acciones… Y así, podríamos seguir encontrando otros ejemplos de mercados regulados, organizados o no. El concepto de mercado comenzó con el trueque, para pasar más tarde al desembolso en efectivo con la materialización de la transacción. Pero en los mercados financieros hay una parte de la operativa que se salda sin entrega del bien o activo comprado: en las operaciones a futuro simplemente se liquida la diferencia entre el precio de compra inicial y existente en el momento del vencimiento.

Mercados de competencia perfecta frente a los de competencia imperfecta, estos últimos donde una de las partes tiene poder para imponer los precios. Mercados de bienes y servicios frente a los mercados financieros. Sin lugar a dudas, estos últimos se han convertido en verdaderos protagonistas de nuestras vidas. De la vida de todos, trabajemos o no en este mundo. Ya es habitual comenzar un informativo en televisión y radio hablando de lo que han hecho las bolsas. Y muchos se han acostumbrado a comenzar a leer el periódico por las páginas de economía y no de deportes. ¡Cómo si la economía impusiera siempre el ritmo a los mercados! Otros medios ya diferencian entre economía y mercados dotando a estos últimos de una autonomía…