La banca española está haciendo un enorme esfuerzo para adaptarse a su nueva situación de estrella invitada forzada, al mercado inmobiliario. Solo en idealista.com, el producto comercializado por esta ha pasado de unas 7.000 viviendas en 2009 a más de 45.000.

El mercado inmobiliario español está pasando su particular vía crucis tras unos años de constante carnaval, durante los cuales parecía normal el aumento de los precios, los niveles de construcción, la abultada entrada de ingresos en las arcas del estado procedentes del mercado inmobiliario… Todas las voces que alertaron de la situación que se estaba creando fueron desechadas, acalladas bajo el peso de una economía que lucía boyante, segura, confiada en su futuro. La burbuja inmobiliaria es ahora un hecho, pero mientras duró fueron muy pocos quienes la aceptaban y alertaban de ella.

Precio de la vivienda: pasado, presente y futuro
Hasta 1997 el precio de la vivienda experimentó un crecimiento parejo al de los salarios o la inflación, en una línea paralela que mantenía igualada la capacidad de compra de los ciudadanos a su poder adquisitivo, o incluso por debajo en algunos años de la década de los noventa del pasado siglo. El comienzo de la escalada desbocada de precios en la segunda parte de la década provocó que la variable del precio comenzara a despegarse de las otras dos, aumentando la desviación exponencialmente hasta el punto álgido de la burbuja. Así, cuando la enorme ola inmobiliaria comenzó a retroceder en algún momento de 2007 y 2008 según la zona de análisis, los precios de la vivienda acumulaban una subida de casi el 200 por cien desde 1997, mientras que los salarios y la inflación quedaban en un alza del 60 por cien en el mismo periodo…