La designación del nuevo presidente de Italia acapara la atención política estos días, más allá de las fronteras del país alpino. El oasis de estabilidad que vive la política italiana podría finalizar en breve si se consuma la elección del actual primer ministro al frente de la presidencia. Su sustitución genera muchas incógnitas.
Desde que en febrero de 2021 Mario Draghi fuera elegido primer ministro, Italia vive una suerte de luna de miel en distintos ámbitos. En el plano local, la coalición de seis partidos –de izquierda a derecha– ha dado un equilibrio a la política del país que hacía tiempo no se veía. El populismo a izquierda y derecha ha perdido fuelle. Las reformas siguen su curso, abonadas por los fondos europeos. En el plano exterior, los mercados parecen tranquilos y Draghi proyecta prestigio e influencia en las esferas de poder de la Unión Europea.
La votación comienza hoy,…