Tras 40 años de lucha, el poder le ha llegado demasiado pronto al partido islamista tunecino, una formación sin experiencia en la gestión de los asuntos públicos.
El poder actual en Túnez se considera, legalmente, provisional. Emana de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), elegida el 23 de octubre de 2011, y se supone que debe durar un año, el tiempo necesario para redactar una nueva Constitución, que será la segunda tras la de 1959, promulgada tres años después de la independencia del país, así como para organizar unas nuevas elecciones legislativas y, eventualmente, también las presidenciales. Eso dependerá del nuevo sistema político que se adopte mientras tanto: parlamentario, presidencial, o presidencial ajustado configurado para evitar el regreso de la dictadura.
Según las últimas noticias, y según los compromisos manifestados por todas las partes presentes, estas elecciones, que deberían devolver al país a la senda de la legalidad constitucional –la primera Constitución se disolvió justo después de la revolución del 14 de enero de 2011– se celebrarán entre marzo y junio de 2013…