El conflicto entre Estados Unidos y China marcará la década de 2020. Suele presentarse como una competición entre capitalismo y comunismo, pero es algo más profundo. Dos grandes naciones, por orden de antigüedad, China (“Nación del Centro”, con 2.241 años) y Estados Unidos (“Second to None”, con 244 años), exploran sus posibilidades de convivir en paz y los riesgos de no hacerlo.
En ese contexto, el SARS-CoV-2 empezó a matar a personas, cerrar centros de trabajo, hundir la producción, aumentar el paro y acentuar las desigualdades urbi et orbi. En junio de 2020, el virus está arrinconado en unos lugares y avanza en otros. Hasta contar con una vacuna o tratamiento eficaz, nadie puede cantar victoria. Las personas somos frágiles ante las plagas, pero las sociedades las resisten.
Así pues, EEUU y China, que poseen capacidades más avanzadas que el resto de las naciones, seguirán utilizándolas durante esta década para acrecentar su ventaja, y además China reducirá distancias con EEUU en algunos aspectos, lo que permite inferir que en los años veinte de este siglo ninguna nación ejercerá un liderazgo global ni habrá bloques militares. Viviremos en un mundo bastante inestable pero con escaso riesgo de guerra entre EEUU y China, tampoco de “guerra fría” (confrontación entre dos bloques militarmente enfrentados y económicamente aislados), pero sí habrá guerras en diversas zonas del mundo.
En dos palabras, EEUU y China librarán un “conflicto acotado” (más adelante me referiré a las causas del conflicto y los factores que lo acotan). Su interés, bien entendido, debería ser buscar a sus discrepancias soluciones parciales aceptables para ambos. El interés de terceros países residirá en promover iniciativas que contribuyan a ello.
Cómo evolucionarán algunas naciones
Estados unidos y China aumentarán sus capacidades más que el resto de países. Será así porque disponiendo de las…