La participación del dólar en las reservas de divisas de los diferentes países del mundo era superior al 70% a principios de siglo. Actualmente está por debajo del 60%, según los últimos datos publicados por el Fondo Monetario Internacional. Y si se ajusta por el tipo de cambio, su participación está cerca del 55%. Una caída de 15 puntos en menos de un cuarto de siglo.
En paralelo se ha producido un incremento de la presencia de las monedas “no tradicionales” en las reservas internacionales, desde el emergente renminbi chino hasta los ya asentados dólares canadienses y australianos. Entre las tres suponen ahora más de un 6% de las reservas internacionales, lo que contrasta con su exigua participación hace solo una década.
En los dos últimos años, las sanciones financieras a Rusia y a algunos países de Oriente Medio han reavivado el debate sobre la decadencia del dólar. Incluso los choques comerciales con China suponen una amenaza para su preeminencia. De hecho, es probable que los países que no informan al FMI sobre la composición de sus divisas hayan acelerado la desinversión de dólares, reconoce el Fondo. Los países que no reportan suponen el 7% de las reservas mundiales.
Todos estos datos muestran una pérdida paulatina de relevancia del dólar, pero también que el “billete verde” sigue sin tener rival a nivel internacional. El renminbi apenas ocupa el 3% de las reservas internacionales y las otras tres monedas tradicionales: libra, yen y euro, llevan estancadas desde finales del siglo XX. Parece pronto para anticipar la derrota del dólar en el frente de batalla de las divisas. En un informe reciente, el FMI argumenta que el repliegue de la divisa estadounidense es comprensible en un mundo en el que el desarrollo financiero ha permitido el surgimiento de otros mercados líquidos. Una…