POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 118

Llegada al Elíseo

Jean-Louis Guigou
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Un 85 por cien de participación: ¡Lo nunca visto! El entusiasmo. La audiencia, las previsiones… Los dos “jóvenes” candidatos contrastaron con las antiguas generaciones de políticos, hombres y mujeres, en Francia. Se interesaron por los sondeos y por las peticiones. Es la república de la opinión, de la mediatización y del espectáculo. Los mítines atraen a multitudes, ya que se habla de sus problemas concretos y se les cede la palabra. Estamos lejos de la promesa política, de la perspectiva lejana y de los partidos tradicionales.

Entre Ségolène Royal y Nicolas Sarkozy se vieron cuatro puntos importantes de divergencia:

1. Estrategias diferentes. Sarkozy se “tragó” al Frente Nacional. De este modo, la derechización de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), que evidentemente era una maniobra, redujo a la extrema derecha a un 10 por cien aproximadamente. François Mitterrand, con la Unión de la Izquierda, había hecho algo similar volviendo a llevar al Partido Comunista y a la extrema izquierda al 10 por cien.

Con esta estrategia de reducción de la extrema derecha, Sarkozy ha construido un gran partido conservador que representa a un 30 por cien del electorado. Ha empleado para ello cinco años, sin esperar a la campaña de las presidenciales. Devolvió el orgullo a los electores de derechas, haciendo hincapié en los valores tradicionales del trabajo, el esfuerzo, el mérito, la patria… Y atacó, durante los últimos días, la herencia de “mayo del 68”, con la cual la izquierda, que no se ha transformado, se encuentra incómoda.

Hasta hace dos años, deprisa y corriendo, Royal no empezó a prever y preparar su acceso al poder. Al no poder reformar el partido socialista (PS) –adormecido desde el 21 de abril de 2002, tras el fracaso de Lionel Jospin, y arrullado por algunas victorias en las elecciones regionales y…

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