Descrito a sí mismo como modernizador, conservador y progresista, Blair narra en sus memorias dos décadas de política británica, europea, internacional. Veinte años que han transformado el mundo.

Además de uno de los primeros ministros británicos de más éxito desde la Segunda Guerra mundial, Tony Blair ha logrado ser un líder global. Llegó al poder con una de las cotas más altas de popularidad y se fue en medio de una gran controversia, debido al inevitable desgaste de muchos años en el poder y, sobre todo, por sus decisiones en política internacional, especialmente las razones esgrimidas para que Reino Unido apoyara la guerra de Irak en 2003.
El lanzamiento de sus memorias ha sido un acontecimiento editorial y político tanto en Reino Unido como en buena parte del mundo. En ellas están las claves de su política y la explicación de decisiones que tanta trascendencia tuvieron en su país y en las relaciones internacionales.
A Journey es un valioso testimonio de las últimas dos décadas de vida política británica, europea e internacional. Es también un manual sobre cómo llegar al poder y mantenerlo, sea en la política o en cualquier otro ámbito.
Blair se describe a sí mismo como un modernizador que quiso transformar el Partido Laborista primero y luego su país. Quienes siempre le acusaron de no ser un verdadero laborista encontrarán justificación en este libro, pues Blair dice estar por encima de la clásica división entre izquierda y derecha. Se confiesa a menudo conservador en asuntos de economía y seguridad, con un corazón progresista y un alma rebelde, y ante todo un modernizador, que concibió el liderazgo de su partido y de su país con el mismo pragmatismo con el que un presidente de una gran empresa toma decisiones para hacerla prosperar. Estas son las claves para entender…