Why Nations Fail. Daron Acemoglu y James Robinson. Londres: Profile Books, 2012. 530 pags.
¿Por qué el desarrollo económico de algunos países se detiene en un punto? Daron Acemoglu y James Robinson han escrito la que para muchos será la versión del siglo XXI de ‘La riqueza de las naciones’.
Durante una visita a Israel el pasado verano, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, comparó a los israelíes y a los palestinos con los mexicanos y los estadounidenses, sugiriendo que las “diferencias culturales” explican por qué unos son más prósperos que otros, añadiendo que, en términos económicos, existe una relación semejante entre EE UU y México. Romney rendía tributo a una creencia conservadora, según la cual la conducta económica de las naciones obedece a la cultura, en su sentido más amplio, que subyace en sus sistemas político-jurídicos.
Desde que Adam Smith publicó La riqueza de la naciones, en 1776, las razones que explican por qué unos países nadan en la abundancia mientras otros se abaten en la pobreza han obsesionado a los economistas. Noruega, el país más rico del mundo en términos per cápita, lo es hoy 496 veces más que Burundi, el más pobre de todos.
¿Por qué algunas sociedades parecen haberse detenido en un punto de su evolución histórica? ¿Por qué el itinerario de la moderna sociedad industrial tuvo por marco una única parte del mundo? ¿Cuáles han sido –y son– los mecanismos de esos cambios?
Ahora que Europa y Occidente han perdido su antigua centralidad espacial y demográfica, esas preguntas tienen la misma relevancia. Y las respuestas atañen a la economía, pero sobre todo a la filosofía moral, la disciplina humanista que cultivaba Smith, que en su obra describió la forma misteriosa en que los intereses privados son transmutados por…