AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 59

Desde el 22 de febrero, cada viernes los argelinos salen a la calle para manifestarse en contra del régimen. Argel, abril de 2019./Farouk Batiche/Anadolu Agency/Getty Images

Levantamiento contra el sistema político argelino

La sublevación popular, que ha destapado los entresijos de la guerra de clanes, no se conforma con la caída del presidente, sino que reivindica un cambio radical del sistema.
Laurence Thieux
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El anuncio de la candidatura de Abdelaziz Buteflika a un quinto mandato presidencial, pese a su evidente incapacidad física para poder asumirlo ha desencadenado movilizaciones populares sin precedentes en Argelia. En el momento de escribir estas líneas, los argelinos llevan movilizándose nueve semanas a través de protestas pacíficas y multitudinarias en las principales ciudades del país.

La incapacidad de los diferentes clanes en el poder para encontrar una alternativa a la candidatura de Buteflika, percibida por el pueblo argelino como una humillación insoportable, puso de manifiesto la disfuncionalidad de un sistema político totalmente desvinculado de la población y dispuesto a continuar con la farsa de una presidencia fantasma para perpetuarse en el poder.

La manifestación del 22 de febrero cogió por sorpresa a un poder anquilosado y centrado en sus luchas intestinas. Masivas, pacíficas, transversales y aunando una gran diversidad de sectores y de generaciones, pero con los jóvenes a la cabeza, las protestas han provocado un seísmo político en Argelia.

Los decisores argelinos pensaban haber podido sortear la amenaza de las primaveras de 2011 que acabaron con los presidentes de Túnez, Egipto y Libia, agitando el miedo a la inseguridad y el caos en referencia a lo ocurrido en el país durante la década negra (1991-2002) o la desestabilización más reciente en Siria y Libia. Junto a la amenaza del caos, Buteflika aprovechó la tendencia alcista en el mercado de los hidrocarburos hasta 2014 para intentar comprar con la renta energética paz social al tiempo que realizaba algunas reformas de fachada que no cambiaron la naturaleza del sistema.

Las manifestaciones masivas iniciadas el 22 de febrero evolucionaron rápidamente desde el rechazo a un quinto mandato de Buteflika a un rechazo global del sistema. Las protestas no surgieron, sin embargo, de la nada, sino que son el resultado de un…

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