Finalizadas las operaciones de evacuación a contrarreloj, Afganistán seguirá siendo una fuente de preocupaciones para la comunidad internacional. En los últimos días, la maquinaria institucional de la Unión Europea pone sus esfuerzos en un plan de acuerdos con los países vecinos para frenar la llegada de refugiados al continente. A medio y largo plazo, el observatorio afgano servirá también de aprendizaje para las operaciones militares que países como Francia desarrollan en el Sahel.
“Los americanos hacen la cena y los europeos friegan los platos”. Lo dejó escrito en 2002 Robert Kagan, uno de los observadores más agudos de la política internacional, al calor del inicio de las operaciones en Afganistán. La teoría sobre el reparto de papeles a las dos orillas del Atlántico era clara, según Kagan: de acuerdo a las capacidades y la cultura estratégica, Estados Unidos podía usar la fuerza dura para operaciones de combate y Europa,…