Desde el acuerdo de abril de 1956 en el que España reconocía la independencia de Marruecos, las relaciones bilaterales han estado dominadas por dos asuntos: la cuestión territorial y la búsqueda de una cooperación equilibrada.
Desde el acuerdo de abril de 1956 en el que España reconocía la independencia de Marruecos, las relaciones bilaterales han estado dominadas por dos asuntos: la cuestión territorial y la búsqueda de una cooperación equilibrada.