Las condiciones de seguridad y el entorno internacional se alejan cada vez más de la guerra y posguerra fría. A pesar de un gabinete conservador marcado por la confrontación Este-Oeste, será George W. Bush quien asuma una idea de la defensa y de la fuerza militar que se despegue de su pasado reciente e intente comprender y adaptarse a los retos emergentes del nuevo siglo.