España cuenta con importantes empresas competitivas a nivel internacional que han sido capaces de superar los retos que la crisis les ha planteado. Es de esperar que los buenos resultados que se observan en la actualidad sean el inicio del camino hacia la recuperación.

Tras la crisis financiera de 2008 las empresas españolas han tenido que hacer frente a un entorno caracterizado por una alta incertidumbre. Además, factores como la contracción de la demanda interna o el auge de multinacionales procedentes de países emergentes cuestionaron la idoneidad de las estrategias corporativas y políticas de inversión de la mayor parte de las empresas españolas (García-Canal, 2013).

De la misma manera que la crisis financiera de 2008 se reflejó de forma inmediata en la actividad internacional de las empresas españolas, la salida de la recesión económica y el inicio del proceso de recuperación también ha tenido efectos en dicha actividad. Así, el camino hacia la recuperación deja de relieve un cambio en el comportamiento internacional de las empresas españolas, tanto en lo que se refiere a sus actividades inversoras como en cuanto a sus actividades exportadoras. Algunos de los hechos a destacar son una mayor diversificación geográfica, en el caso de la inversión extranjera emitida por España y la recuperación de los dos principales sectores que tradicionalmente han acaparado la mayoría de las exportaciones españolas.

Partiendo del análisis previo realizado por García-Canal (2013), en el presente artículo se analizan los datos más recientes de la actividad internacional de las empresas españolas. En una primera parte se lleva a cabo el análisis de la expansión internacional de la empresa española a través de la inversión directa en el exterior. En la segunda se analiza la actividad exportadora de dichas empresas. Al final, se presentan las principales conclusiones del análisis realizado….