Para superar la crisis, los medios del sur de Europa deben reducir costes, racionalizar el negocio, sanear las estructuras y mejorar la calidad y los tiempos de producción.
El Sur es envidiado, y abarrotado, por sus intensas horas de sol, la baja probabilidad de sacar el paraguas y las largas temporadas de baño y manga corta. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, al menos su clima económico no puede ser peor: amenaza constante de tormentas financieras, el crédito congelado, apenas queda ya techo de gasto público para ponerse a salvo del chaparrón… Ni siquiera el verano ha mejorado el ambiente en la Europa mediterránea. Las cifras siguen siendo de escalofrío. Llueve sobre mojado, y la impaciencia se desborda.