Existe una generación de jóvenes árabes de gran creatividad y con influencias variadas, locales e internacionales, iconos de la parte más rompedora de la sociedad árabe.
El reconocimiento y aumento de la difusión vivido por el cómic en los últimos años a nivel internacional, ha tenido su propio episodio en el mundo árabe, con un florecimiento de producciones arriesgadas de gran calidad que han logrado sobrepasar el límite de las revistas de tebeos para niños, que parecía la frontera del noveno arte en esta región. La presencia de los tebeos en lengua árabe no es un fenómeno espontáneo, sino un complicado proceso de mezcla de producciones de autores locales con influencias de las grandes escuelas internacionales, básicamente americana y europea, y más tarde también del manga japonés.
La primera revista para niños en árabe, Al Madrasa, se creó en Egipto en 1893, con una orientación más educativa que divulgativa. Este tipo de revistas se reprodujeron en distintos países árabes, pero en ninguna aparecían tiras de dibujos con diálogo. Volvió a ser Egipto la pionera al publicar, en 1952, la revista Sindbad, aunque no introdujeron los bocadillos con texto hasta entrados varios números. En Sindbad, considerada la primera revista de cómic en el mundo árabe, publicaron sus primeros dibujos algunos de los artistas egipcios que marcarían esa época como Hiyazi o Mohieddine al Labbad. A las historias de Sindbad pronto le salieron otros competidores, como la también egipcia Samir (1955)…