Editorial: Crítica
Fecha: 2014
Páginas: 488
Lugar: Madrid

La ocupación

Ahron Bregman
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La operación Margen Protector ha finalizado. Es probable que no sea la última ofensiva de Israel contra los Territorios Palestinos, como es probable que los palestinos no se rindan nunca. Como señala Pablo Colomer en este artículo en #PolExt161, es que ningún palestino mayor de 20 años vea el final de la ocupación israelí.

La larga historia de cuatro décadas de ocupación −casi cinco− es objeto de un osado análisis en La ocupación, de Ahron Bregman, antiguo miembro del Ejército israelí que incluso llegó a participar en la Guerra del Líbano (1982). Hablamos de un hombre que abandonó el Ejército debido a su total oposición a la política emprendida por Israel contra los ciudadanos palestinos. La inhumana ocupación de territorios y la represión de la primera Intifada fueron puntos de inflexión en la vida de Bregman: cambió de vida, se doctoró en Londres y comenzó su trabajo como profesor en el prestigioso King’s College. Desde entonces ha publicado varias obras, todas ellas en torno al conflicto israelí-palestino, la última La ocupación. Israel y los territorios palestinos ocupados.

La ocupación construye en tres partes el relato de cómo el Estado de Israel logró conquistar y colonizar las tierras en las que habían vivido generaciones de árabes palestinos. Bregman repasa la no tan conocida historia de Cisjordania, Jerusalén, la franja de Gaza, la península del Sinaí y los Altos del Golán hasta llegar a 1967. Esta fecha marca el comienzo del libro, puesto que es el año en el que Israel inició su historia como verdadero imperio colonial. Bregman habla de los inicios de la estrategia de ocupación invisible israelí que el ministro de Defensa, Moshe Dayan, implementó por primera vez dando pie una larga tradición.

Desde la primera década de segregación y represión, Bregman traza una línea hasta la segunda parte, en la que abarca la otra década de ocupación, de 1977 a 1987, concluyendo con el despertar en masa de la población palestina en la primera Intifada.

El secreto mejor guardado de Bregman se esconde, como suele ser habitual, al final de La ocupación. El núcleo de su tesis sobre el colonialismo israelí se concentra en 20 años de presión internacional e intensa diplomacia, de 1987 a 2007, en un intento −supuestamente− honesto de poner fin al conflicto.

Cartas e informes hasta ahora secretos, transcripciones de conversaciones telefónicas de los grandes líderes recogidas por los servicios de información israelíes y memorandos son las exclusivas fuentes de Bregman, quien no duda en concluir que si Occidente hubiera ejercido un papel menos permisivo, Israel nunca podría haberse convertido en el ente rapaz que es hoy: apartheid en pleno siglo XXI.

Bregman proclama que Estados Unidos es el único actor en el escenario internacional que podría poner fin a casi medio siglo de sufrimiento del pueblo palestino, mediante la presión sobre Israel. Sin embargo, el hegemón ha permitido que Israel se convirtiera en una etnocracia con aires de democracia en la que los ocupantes no buscan siquiera proteger la integridad o el bienestar de aquellos a los que han colonizado.

La ocupación es una muestra cruda que para Bregman plasma la oscuridad y ambición del alma humana, por las cuales las gentes que huyeron del racismo en Europa y experimentaron el infierno que fue el Holocausto son capaces de ejercer la misma crueldad contra otros seres humanos.

Las huidas masivas, los muertos, el dolor irreparable, la opresión, la marginalidad del pueblo palestino… todo ello seguirá existiendo mientras Israel no renuncie a sus ansias de tierra. Ya lo destaca Julio de la Guardia en su artículo para #PolExt161, Israel sueña con posponer el Estado palestino indefinidamente y no cesará en su empeño.